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Antes de comenzar el recorrido hemos de hablar de la importancia que para este movimiento tuvo el impacto del arte japonés y de los presupuestos que éste traía consigo.
En el siglo XVII se comenzaron a coleccionar piezas como abanicos y porcelanas por parte
de los aristócratas. En el XIX se prefieren los grabados. Whistler es uno de los
primeros en valorarlos y coleccionarlos. En 1868 Japón se abre a Occidente, y
éste comienza a conocer los llamados ukiyo-e-hanga, término acuñado por
Samuel Bing. Los grabados se exponen por toda Europa y comenzaron a tener gran
importancia por las novedades que aportaban. Tuvieron un impacto a nivel de renovación
de los sistemas representativos. Los Ukiyo ofrecen una alternativa en la que
encuentran una nueva forma de realidad. La pintura que traen consigo una que representa
un mundo superficial y fugaz. Como suele pasar con todo lo nuevo, la aceptación
por parte de las clases elevadas fue difícil. Fueron los pintores de la década
de 1880 los que vieron en estas obras grandes descubrimientos aptos para renovar
el arte:
- Se apuesta por la recuperación del dibujo y del trazo a diferencia de lo
que ocurría en el Impresionismo.
- El color se aplica en grandes superficies planas sin matización y sin perder intensidad en la lejanía.
- Por medio del dibujo se dan las calidades de materia, forma e incluso volumen.
- Se transmite una visión cósmica a partir de lo mínimo.
- Se capta el gesto detenido y fijado, coincidiendo con la idea de instantánea.
- Cobra importancia el dejar sin cubrir.
- Hay una nueva organización de espacio: se usa la diagonal y la línea de horizonte
se coloca bastante alta, así, las figuras se van escalonando.
- Se usan diferentes puntos de vista, así, las composiciones pueden resultar
asimétricas y desdentradas.
- Se usan encuadres originales.
- Se prefieren los formatos alargados.
- Hay un gusto por los detalles.
- Se transmite una visión edonista de la vida, la misma que reclamaban los
impresionistas.
- Gusto por situaciones insólitas.
- Se usan las siluetas.
En definitiva se prescinde de todo convencionalismo
anterior. Son novedades que influyen en artistas como Gauguin,
Lautrec, Van Gogh
e incluso en Matisse.
Escrito por:
Beatriz Aragonés Escobar. Licenciada en Historia del Arte
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