El estado de la ermita es ruinoso. Solo nos quedan en pie partes de los muros y algunos arcos. Además, gran parte de estos restos son reconstrucciones, no originales, lo que dificulta todavía más su estudio. La desaparición, casi total, de los elementos decorativos supone una pérdida importantisima para determinar la fecha de construcción de la ermita. Este deplorable estado, es debido a que, casi no se utilizaron cimientos para su construcción. Se edificó, en gran parte, sobre una roca. Sus muros son de un espesor menor de lo habitual, y su fábrica de peor calidad que otras construcuiones visigodas. Además las posteriores ampliaciones, a pesar de reforzar los muros, acabaron por conformar un conjunto muy inestable, que, muy probablemente culminó con la caida de las bóvedas y cubiertas. La reutilización de los sillares, es especial los decorados, para construcciones de los pueblos cercanos terminaron por certificar la ruina del edificio. El primer dato documental que referencia la iglesia es del S. XVII, lo que implica poca verosimilitud, si bien es cierto que el dato que aporta es muy problable. Otorga la construcción de un monasterio, al cual pertenecía esta Iglesia, al Rey Wamba (672-681). La estructura de la planta y método constructivo utilizado, apoyan esta hipótesis. Así, podemos concretar que la Ermita de San Pedro de la Mata fue costruida el la segunda mitad del S.VII por constructores visigodos. Las distintas ubicaciones histórico artísticas en las que tradicionalmente se ha incluido: arte aulico toledano o arquitectura mozárabe, no son del todo erroneas, ya que las distintas modificaciones y reconstrucciones complican seriamente su determinación. 1º.- Probablemente la planta en su diseño original, era de cruz griega. El diseño de la planta y su evolución, relacionan la iglesia con Santa Comba de bande, que también pasó de ser una planta de "cruz griega" a "cruz griega con salas a los lados de la nave". A los extremos de la nave se colocaron un pórtico, con entradas laterales, y un ábside, manteniendo así la simetría respecto al crucero -como en Santa Comba-.
Más tarde, se incorporaron dos estancias a los lados del ábside, de la misma longitud que este, formando así las tres estancias, un testero plano que ocupaba todo el ancho de la iglesia. La planta actual nos muestra este ábiside como rectángular, pero muy probablemente fuese de herradura, al modo de Santa María de Melque. Estas dependencias añadidas posteriormente, con el tiempo, los arquitectos visigodos las incorporaron a los diseños originales, como en Quintanilla de las Viñas- o en -San Pedro de la Nave (en este caso fueron añadidas durante su construcción). Por tanto, consideraremos a la Ermita de San Pedro de la Mata, al igual que a Santa Comba de Bande, precursoras del diseño de la planta típicamente visigoda de "cruz griega inscrita en un rectángulo". Posteriormente se añadió otra estancia, de posible factura mozárabe, con fabrica de sillarejo de peor factura. Se situa al lateral sur de la nave central. Se supone que originalmente tendría la misma longitud que la nave central, y que se alargaría para darle un uso distinto. A la vez se cerró la nave central al crucero, quedando así comunicados e independientes estas dos salas. 2º.- En el exterior , actualmente, podemos ver las ruinas de gran parte de la edificación, grandes restos de muros, algunos arcos, nada de las cubiertas y ninguna decoración.
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El testero, plano, con ábside no saliente al igualarse con las estancias laterales. Originalmente estaría claramente diferenciado, al no existir estas dependencias. En distintas edificaciones de los pueblos cercanos, existen restos de frisos y capiteles decorados que se suponen de esta ermita. Esto nos indica, que probablemente estuvo circundada de bandas decoradas, como en San Pedro de la Nave o Quintanilla de las Viñas.
3º.- En el interior, desde la cabecera a los pies imaginamos: 3-1.- El ábside, actualmente es cuadrado, pero probablemente sería de planta de herradura y estaría cubierto por una bóveda de cañon. A él se accedía por un arco de toral de herradura, apoyado en impostas sobre dos columnas exentas con capitel -una por lado-, conjunto que hoy, por desgracia, está desaparecido. Antes, en el tramo de nave que antecede al ábside y entronca con el crucero, se abrieron dos puertas adinteladas que comunicaban con las dos salas laterales. Ya en el crucero, se levantaba una linterna sobre cuatro arcos de herradura -solo queda en pie el situado al sur- apoyados en impostas, posiblemente decoradas a modo de capiteles, de de los muros. Estos arcos estaban alargados en 2/5 del radio para formar la herradura, con dovelas irregulares y sin clave. No sabemos nada de la forma de esta linterna, pero se supone cuadrada, con pequenas ventanas de herradura y cubierta de madera a cuatro aguas. Los barzos del crucero tienen entradas en sus extremos, con vanos de arcos de herradura, hoy también perdidos. La nave central, casi destruida en su totalidad, está tapida en su lado este, donde entroncaba con el crucero. Los distintos usos que se dieron a esta iglesia cuando ya casi destruida, se apartó del culto, hicieron que se convirtiese en una especie de almacén solo comunicado con la estancia adjunta de construcción posterior. Originalmente estaba compuesta de una especie de pórtico con entradas laterales con arcos. La entada sur comunicó la nave central con la mencianda estancia. |